"No buscamos el poder para nuestros propios fines, sino por el bien de la mayoría tal como la definimos. Los hombres, estas criaturas cobardes, no pueden asumir la libertad ni hacer frente a la verdad. Ellos deben ser dirigidos por aquellos que son más fuertes que ellos. La especie humana tiene la elección entre la libertad y la felicidad, sin embargo la felicidad vale más.
El bien de los otros no nos interesa, solo buscamos el poder, nada mas que el poder. Los nazis y los comunistas se parecen mucho a nosotros por sus métodos. Ellos pretendian haberse amparado del poder por un periodo limitado; pasado el punto critico, habría un paraíso donde los hombres serian libres e iguales. No somos así, sabemos que nadie que se ampara del poder renuncia a él. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución. Se hace una revolución para establecer una dictadura. La persecución tiene por objeto la persecución. La tortura tiene por objeto la tortura. El poder tiene por objeto el poder.
La esclavitud es libertad. Solo, libre, el ser humano es siempre vencido. Pero si renuncia a su identidad, si se somete regular y totalmente, se funde en el poder colectivo, es entonces todo-poderoso e inmortal.
Este poder es también el poder sobre otros seres humanos, sobre los cuerpos pero sobretodo sobre las mentes. El poder sobre la materia no es importante, nuestro dominio de la materia es ya absoluta. Lo que importa es de controlar a la mente. La realidad esta en el interior de la cabeza... El poder real, el poder por el cual debemos lucha día y noche, es el poder no sobre las cosas, pero sobre los hombres. ¿Cómo aseguramos el poder sobre el prójimo? Haciéndole sufrir. La obediencia no basta. ¿Cómo, si no sufre, podemos estar seguros que obedece, no a su voluntad, pero a la nuestra?
El poder es inflingir sufrimiento y humillaciones. El poder es destruir el espíritu humano en pedazos que se junta después bajo nuevas formas que se escoge. Empiece usted a ver que clase de mundo estamos creando? Un mundo de temor, miedo, traicion, tormento. Un mundo de aplastadores y aplastados, un mundo que a medida que se afine se volverá cada vez más despiadado. El progreso de nuestro mundo será el progreso hacia sufrimientos. Nuestra civilización esta fundada sobre el odio; no habra otras emociones que el temor, la rabia, el triunfo y la humiliacion. Destruiremos el resto.
Hemos cortado los lazos entre los hijos y sus padres, entre el hombre y el hombre, entre el hombre y la mujer. Pero más tarde, no habrá ni mujer ni amigo. Los hijos serán quitados de los brazos de sus madres desde el nacimiento, como se quita los huevos de una gallina. La procreación será una formalidad anual, como la renovación de la tarjeta de alimentación. No habrá mas lealtad, solo con el poder. Todos los placeres de la emulación serán destruidos y reemplazados por la ebriedad siempre creciente del poder, que se afinara cada vez más. Habrá a cada instante, el escalofrió de la victoria, la sensación de aplastar un enemigo impotente... Tanto así que un mundo triunfador será un mundo de terror... Controlaremos la vida a todos los niveles.
Usted imagina que hay algo que se llama la naturaleza humana que será ultrajada por lo que hacemos y se volverá en contra nuestra. Pero, nosotros creamos la naturaleza humana. El hombre es infinitamente maleable.
Tal es el mundo que preparamos. Un mundo donde las victorias se sucederán a las victorias y los triunfos a los triunfos, un mundo de eterna presión, siempre renovada, sobre la fibra del poder. Empieza a concebir lo que será este mundo. Al final hará mas que comprenderlo, lo aceptara, lo acogerá con felicidad, pedirá su parte y amara a sus propios esclavizadores..."
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